Premio y desafío

Recibí este premio de mi amiga VIVIANA de DE PROFESIÓN EX. Realmente estoy muy agradecida.

Fue para mí un verdadero desafío responder a los requisitos:

"Escribir un cuento, poesía, poema, definición o lo que quieran que incluya las palabras: vida, amor, literatura, sexo, viaje, cine."

Lo demás no es má simple: "Pasarlo a 6 blogs de mujeres. Mostrar el link de todas y avisarles a cada una en su blog." ¡Hay más de 6 blogs merecedores de este premio!

Lo prometido:

EL ESCRITOR

Hay quienes dicen que “todo tiene que ver con todo” porque no se animan a dar explicaciones de las caprichosas asociaciones que ven. Sin embargo, éste no es el caso de Augusto, que decidió tomarse un tiempo para relacionar dos aspectos de su vida que no se tocaban: su profesión y sus sueños.

Desde que había entrado al mundo de la literatura, Augusto sentía que perdía contacto con el mundo real hasta que la historia quedaba terminada. Su vida se había convertido en una fantasía solitaria e incomprendida, a pesar del éxito que tenían sus libros.

Una tarde decidió cambiar de rumbo, aunque sea a modo de vacaciones. Necesitaba volver a sentirse vivo. Así que tomó su auto y comenzó un viaje sin destino y sin tiempo.

Ya en a ruta, trató de tomar contacto con el entorno a través de la radio. Escuchó noticias, chistes, comentarios, música… A pesar de ello sus personajes volvían una y otra vez a su mente para mostrarle que vivían independientemente de su pluma. Que eran capaces de respirar, amar, odiar, existir sin su permiso. Se sintió vacío.

Al anochecer, cansado de conducir y necesitando una ducha, Augusto decide buscar un hotel en el primer pueblo que encuentre. Así que en pocos minutos se encontraba recorriendo las calles angostas rodeadas de flores de una pequeña ciudad buscando donde alojarse.

Andaba por centro comercial cuando de pronto vio una joven muy bonita parada en la puerta de un viejo cine. Le pareció que la conocía de otra parte lo que lo animó a detenerse para preguntarle sobre algún hospedaje. Tal parece que la muchacha sintió lo mismo ya que, con natural confianza, abrió la puerta del auto y se sentó a su lado.

- Vamos –le dijo-. Yo te muestro.

Así fueron juntos al Gran Hotel donde cenaron, charlaron y se rieron; pasaron una velada maravillosa. Sólo una idea le daba vueltas en la cabeza “¿De dónde la conocía?”, pero por temor a romper el embrujo, no se animó a preguntarle.

Algo iba creciendo entre los dos, tuvo miedo de llamarlo amor, era muy pronto “¿era muy pronto?”, se preguntó. No era momento de hacer preguntas sino de dar respuestas. Así que, casi sin pensarlo, estaban juntos en la habitación envueltos sombras y música.

A la mañana siguiente, luego de una noche de sexo y alcohol, sólo quería tener en sus brazos a esa hermosa mujer. Sin embargo, ella ya no estaba. Se había ido sin dejar rastros.

Dolido y furioso con su suerte salió de la habitación y buscó al conserje para preguntarle por ella.

- No, señor. No he visto a nadie salir de su habitación. Es más, no recuerdo que haya subido acompañado. Puedo asegurarlo: subió solo con un libro en la mano. Discúlpeme, no puedo ayudarlo.

- ¿Un libro? –repitió Augusto. Y salió corriendo a la habitación. Al entrar un grito de dolor salió de su garganta: allí estaba, en la mesa de luz, su última publicación: “La muchacha del cine”. Ése era el amor de su vida.

Las nominadas

Vivi Crespo de Escritos Personales
Romina E de La Traición de la Luna
Roxana de Mujeres descosidas
Ester - Colibrí de Poesías, cuentos y más
Berta de Berturquesa
Lorena de Hojas de Cuentos

¡A escribir, chicas!