Entre la vigilia y el sueño, la pasión...

  http://locuspersis.blogspot.com 2° Piso El cielo amenzaba con desplomarse poniendo fin una jornada de calor y humedad en Buenos Aires con la tensa calma de quien espera algo sobrecogedor. Él no puede concentrarse en la lectura, sus ojos se devían permanentemente hacia el reflejo del espejo. Ella se mira, como todas la noches, mientras se peina el cabello recién lavado. Sin embargo, esta no es una noche como las otras, algo le da un toque distinto. De pronto, él ve como la muchacha se detiene en su quehacer con la mirada fija y el rostro descolorido. De un salto,  tira el libro en un rincón y se acerca a ella en silencio para tomarle las manos. Ambos sabían que  el momento había llegado. Afuera la gotas pegaban  en el vidrio como queriendo ver lo que pasaba. Adentro, el joven buscaba sin saber, encontraba sin buscar, tropezaba con lo que veía y no veía lo que buscaba, su corazón lo atormentaba y no lo dejaba pensar. Ella, sin saber si reír o llorar, se secaba el sud...

http://locuspersis.blogspot.com 1° Piso En la oscuridad de la noche, la luz intermitente del cartel de la calle irrumpe en el interior de la habitación anticipando la tormenta que se avecina. El silencio tenso sólo es alterado, cada tanto, por el crujir del viejo ventilador. El día de calor ha terminado. Ya se huele al tierra húmeda en algún lado. Aunque parezca, ninguno duerme. Él piensa en la joven que conoció esa tarde y las mil maniobras para volver a encontrarla. Ella recuerda aquella despedida en el aeropuerto, el último beso y la promesa incumplida. Él acaricia la almohada imaginando esa piel desconocida y el sabor de sus labios carnosos. Ella imagina su vida si no se hubiera cansado de esperar. Mónica

http://locuspersis.blogspot.com Cuando paseo por las calles de noche me gusta mirar las distintas viviendas e imaginar qué están haciendo sus moradores. Esta serie de relatos ocurre en un edificio. Por favor, querido lector, no te vayas sin dejarme un comentario. PLANTA BAJA Las luces de la calle inundan el cuarto en penumbras; aún no es la hora, la mañana no llega todavía; no hay de qué preocuparse...aún. En la cama, sólo uno duerme sin notar la ausencia del otro. Las voces de muchachos alegres se van disipando junto con el latir implacable del reloj. Él sueña con banalidades, seguro de que lo hombres deben hacer cosas de hombres. Ella, mira por la ventana en silencio. De pronto, se oyen pasos y ruidos en la puerta. Pasos y ruidos conocidos que no quiso alertar. - ¡Ma...! Ya llegué... ¿dormís? - Si... -gritó simulando pereza para no abochornarse -Dale, dormite que mañana es lunes... - y agregó a media voz entreabriendo la puerta del dormitorio- ¡Hasta mañana! -Hasta mañana...- respond...

http://locuspersis.blogspot.com Quiero agradecer a mis amigos Vivi de De Profesión Ex y a Raúl Rustan de Mis cuentos y otras yerbas por haberme permitido opinar en sus respectivos blogs. En una sociedad que exige todo y no da nada, que va perdiendo valores y confunde conceptos, encontrar gente que acepte un punto de vista diferente y se preste al diálogo sin imponerse, es maravilloso. Gracias chicos. Participé en sus blogs con el mayor respeto y el máximo cariño. Sigamos construyendo un mundo de diálogo aceptando la diversidad de pensamiento.