Todavía...

Todavía ella tenía la alianza en el dedo, él todavía no se había ido. Sus vidas estaban a punto de cambiar para siempre... tantos años, tanto amor quedarían en el recuerdo. Todavía quedaban unos minutos antes de la partida... y después...
Todavía podía hacer algo... el último intento, sin histerias, ni llantos, ni gritos, con la sensualidad del bandoneón y la dulzura del violín.
Un tango. El último.
Él no pudo rechazar la invitación. ¿Por qué no? Durante años habían sido socios y pareja en la vida y en el baile ¿Quién mejor que él podría acompañarla en un tango? Era un placer seguir su ritmo ¿qué tiene de malo?
Un tango...Uno más... el último, y después...
La orquesta los puso en alerta. Mientras recorrían la pista, los ojos de Milena encontraron con los de Ariel que la miraban duramente, aún había heridas frescas que tango tendría que curar.
Milena se dejó atrapar y tímidamente le rodeó el cuello con su brazo izquierdo. Podía sentir los músculos tensos debajo de su camisa mientras que su perfume la envolvía en un ritmo de sombras se cruzaban entre la realidad y los recuerdos. Sombras de amor entre sábanas y noche. Él pudo adivinar lo que Milena pensaba y con un dejo de sadismo se acercó un poco más hasta cruzar su aliento con el de ella. Él sentía lo mismo.
Tango sensual y traicionero...
Las piernas de Milena buscaron las piernas masculinas con la misma sed que deja el recuerdo. Él la sostuvo de la cintura aprisionándola contra sí como tantas veces lo había hecho. Pero esta vez era diferente. Sus cuerpos, que todavía encajaban perfectamente como un rompecabezas, se reconocían y se deseaban. Sus manos y sus pies hablaban un lenguaje que sólo ellos conocían. ¡Si lo hicieran de la misma manera con palabras!
- No te vayas..- susurró Milena
- Todavía no me voy- contestó
Bailaron como nunca lo habían hecho. Disfrutaron cada paso, cada movimiento. Se miraron, te tocaron, ...se acariciaron. Descubrieron que todavía quedaba mucho por decirse, que todavía eran pareja.
Tango que me hiciste mal y sin embargo te quiero...

Comentarios

la negra de la cortada ha dicho que…
¡Qué relato tan sensual!Anoche lo leí rápidamente,hoy volví a leerlo detenidamente¿Bailás tango? Yo si,el de salón ,en el video bailan tango-escenario.Amo el tango,lo bailé desde adolescente con mi papá, mi abuelo, mis tíos.Tengo una historia comenzada, tu texto me activó recuerdos,estoy escuchando la FM Tango, es medianoche...Qué locura! Ya me pongo a escribir.A propósito ¿no sabés en que zona de Bs.As. quedaba el San Su Si? Besos

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